Accesibilidad urbanística, por y para todos
Cuando hablamos de urbanismo nos estamos refiriendo a todas las características estéticas, físicas y funcionales del área urbana. A través de un planteamiento riguroso se intentan garantizar las necesidades de la sociedad que habita la zona. La teoría del diseño urbano trata en su mayoría el diseño y la gestión del espacio público (como por ejemplo el ámbito público, el área pública, o el dominio público), y la forma en que los lugares públicos se experimentan y usan.
El espacio público incluye todos los espacios que se usan libremente en el día a día por el público y los habitantes en general, como las calles, las plazas, los parques, carriles y aceras y la infraestructura pública.
Algunos de los aspectos que se tienen en cuenta a la hora de diseñar el área urbana son:
Estructura urbana: Cómo los lugares se posicionan juntos y cómo las partes se interrelacionan unas con otras.
Tipología urbana: tipos de espacios y morfologías relacionadas con la intensidad de uso, consumo de recursos, producción y mantenimiento de comunidades viables.
Legibilidad y guiamiento: Ayudar a las personas a encontrar el camino y entender cómo funciona el espacio.
Caracterización y significación: Reconocer y valorar las diferencias entre un espacio y otro.
Continuidad y cambio: localizar las personas en tiempo y espacio, incluyendo lo que respecta al patrimonio y el soporte para la cultura contemporánea.
Sociedad civil: Hacer espacios donde las personas sean libres de encontrarse unas con otras como iguales cívicos, una componente importante en la construcción del capital social.
Accesibilidad: Proveer una opción fácil y segura para moverse entre los espacios.
Hoy me gustaría centrarme en el tema de la accesibilidad de personas discapacitadas en el ámbito urbano. Es muy importante investigar las carencias de los núcleos urbanos e intentar mejorarlos de cara a facilitar una accesibilidad universal para aquellas personas que presentan problemas de visión o movimiento. A día de hoy, estos habitantes pueden encontrarse con problemas estructurales como cambios de nivel, pendientes excesivas o estrechamiento de aceras que impiden un acceso libre a todas las estructuras urbanas.
No obstante, no solo debemos centrarnos en la accesibilidad urbana. Hay otros tipos que merecen una especial atención para ofrecer una posibilidad real y universal de acceso como pueden ser: la accesibilidad arquitectónica, referida a edificios públicos y privados; la accesibilidad de transporte, en todos los medios de transporte públicos como son autobuses, metros o tranvías o accesibilidad en la comunicación, referida a la información individual y colectiva.
Hay que suprimir todas las barreras que dificulten o imposibiliten la utilización de entornos, procesos, bienes, productos y servicios y que sean practicables por todas las personas en condiciones de seguridad, comodidad y de la forma más autónoma y natural posible y ofrecer de esta forma, una verdadera igualdad de oportunidades para todos.